Este es el último blog que escribimos desde Dueñas antes de
que finalice el CLUB DE LECTURA VIRTUAL de esta temporada. Lo primero que
queremos deciros es que ha sido muy
enriquecedor compartir tiempo y lecturas con nuestros compañeros de Aguilar,
Palencia y Venta de Baños. El día 14 de junio dejaremos de ser virtuales para,
¡por fin!, conocernos personalmente, es el mejor colofón para esta experiencia
tecnológica que, independientemente de los fallos de sonido e imagen que hemos
padecido algunas veces, nos ha permitido acercarnos a compañeros con los que
compartimos el gusto por la lectura. Será un placer acogeros en Dueñas y os
esperamos con el cariño con el que se recibe siempre a los amigos.
Hoy, 7 de mayo, nos hemos reunido en la biblioteca de Dueñas
para comentar el libro de Julio Llamazares “Las lágrimas de San Lorenzo” y
nuestro análisis ha sido de lo más variopinto y diverso. Como siempre
comenzamos con la lectura de una breve biografía del autor y a todas, (pocas
coincidencias hemos tenido en nuestra tertulia), nos ha llamado la atención las
fotografías que hemos visto de Julio Llamazares, su rostro serio y una
expresión que intimida al más valiente, contrasta con su estilo literario.
Seguimos leyendo una entrevista que el autor concedió al diario ABC, que a
algunas de nuestras contertulias las ha parecido más interesante y explicativa
que el propio libro en sí.
La definición de “la memoria fermentada” nos parece
muy acertada porque pensamos, en términos generales, que la memoria es el
resultado de un conjunto de factores que, unidos, nos hace recordar
acontecimientos vividos de una forma muy subjetiva y personal. Un mismo hecho,
vivido por varias personas a la vez, daría pie a diferentes versiones, quizás
tantas como personas que lo relaten.
Este libro ha revolucionado nuestra reunión. Somos nueve
participantes, contando a Elisa y hay nueve opiniones distintas, aunque algunas
coinciden en algunos aspectos. En las “Lágrimas de San Lorenzo” vamos a
diferenciar la forma o estilo
literario del fondo o historia.
El estilo literario nos ha gustado a algunas, el caos a la
hora de entrelazar los capítulos, las descripciones, los pensamientos…nos
interesa más su forma de expresarse que su contenido, algunos párrafos nos han
parecido un poco repetitivos, pero cuando describes recuerdos y pensamientos,
la mente va y viene, entremezcla, repite…y esto nos parece que le da más
realismo a los sentimientos que quiere plasmar. A otras compañeras este estilo
las ha parecido repetitivo, las ha descolocado, han comparado el libro como una
labor de password, hecho a trozos sin orden cronológico, ni geográfico. No ha
gustado que el autor utilice con tanta frecuencia los paréntesis, estas
aclaraciones son muchas veces repetitivas e innecesarias y le restan magia al
relato. A otras compañeras el estilo las ha parecido tedioso y aburrido, con un
estilo castellano-rancio, que no lo arregla ni su intención poética.
El fondo, la historia. Lo describimos como libro de
pensamiento, libro intimista, historia circular…
El relato nos habla del paso
del tiempo, de la vida vivida y de la forma de recordarla, “la vida que vivimos
sin entenderla hasta que ha pasado”. El libro está lleno de melancolía para
unas y tristeza para otras, también discrepamos en este sentido, no creemos que
la melancolía y la tristeza sean equiparables, pueden coincidir, pero no
necesariamente. Al ser un libro intimista, para aquellas que no nos ha parecido
aburrido, nos invita a recordar y a remover nuestra propia vida, nuestro tiempo
pasado que no tiene porqué ser ni mejor ni peor… Creemos que la edad y el
estado de ánimo del lector influye mucho en la lectura de este tipo de libros y
en sus conclusiones.
En el libro no se comenta nada sobre el futuro. No da pistas
ni para bien, ni para mal, es realista, nadie sabe lo que va a sucederle y sí
podemos recordar, a nuestra manera, lo que ya ha sucedido.
Carmen, Quili, Mariví, Tere, Isabel, Paloma, Chus y July,
(Elisa de moderadora), hemos intercambiado opiniones, discutido cordialmente,
razonado, preguntado, respondido… ha sido un encuentro fantástico y
revolucionario y la conclusión es que todas aportamos aspectos y puntos de
vista diferentes de un mismo libro y eso nos enriquece. ¡Qué más le podemos
pedir a un club de lectura…!. Todas las opiniones son distintas, parecidas e
iguales, pero TODAS son válidas.
Un abrazo y ¡OS ESPERAMOS EL 14 DE JUNIO!.
July (CLUB VIRTUAL DE DUEÑAS)
July, sin tomar una sola nota durante la tertulia, es capaz de hacer una crónica de todo lo dicho, lo entredicho, lo discutido, lo acordado y lo resumido. Y no es fácil en un montón indisciplinado de contertulios que se interrumpen, discuten, piensan, ríen, comparan y opinan, siendo sus componentes tan dispares.
ResponderEliminarEn torno al cafelito y a los bizcochos caseros, interrumpido mil veces por el teléfono o los usuarios que vienen a sacar o a devolver lecturas, a colgar un cartel o a apurar la charla porque el puchero quedó ( al mínimo) en la cocina y aún queda acercarse a la frutería, y a, a mayores, al mercadillo del miércoles por si hay algo interesante.
De cualquier modo creo que ésta es la almendra de las tertulias; un pequeño respiro alejado de lavadoras, niños y fogones.
Ay qué pena que el verano nos interrumpa.
Supongo que en nuestras hermanas tertulias ocurrirá lo mismo.
¿Qué sería de la lectura sin lectores indisciplinados?
Nos vemos el sábado 14 en Dueñas con el maestro Sánchez Adalid.
Pronto colgaremos toda la información.
Ahí nos vemos. Isabel
El verano irrumpe, interrumpe... da respiros... ¡para la continuidad!
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